las cosas de arriba
¿Sabes en cuál camino a la eternidad estás tú? Después de morir, te presentarás frente al santo y amoroso Dios de toda la creación para rendirle cuentas de tu vida (Hebreos 9:27). Dios es perfectamente santo y justo, y has sido creado a Su imagen (Génesis 1:27). Cuando mientes, robas, blasfemas, odias a alguien o cometes inmoralidad sexual, ¡revelas tu corazón pecaminoso! Eres un pecador que ha quebrantado la ley de Dios y Dios es un juez justo. Por lo tanto, Dios debe castigarte. El castigo eterno en el Infierno para los pecadores es juicio justo porque hemos pecado contra Él, un ser infinito.
Pero Dios Padre, en amor perfecto, mandó a Su único Hijo al mundo para salvar a los pecadores (1 Juan 4:14). Para satisfacer la ira de Dios hacía pecadores, molió a Su Hijo en una cruz (Isaías 53:5). Jesús soportó el castigo que merecen los pecadores, y luego ¡se levantó de la tumba a los tres días! Al cambio de la ira, los pecadores pueden recibir la justicia de Jesús al arrepentirse y poner su fe en Él (2 Corintios 5:21, Marc 1:15). Clama al nombre del Señor hoy – y sé salvo. No dependas de tu auto-justicia para agradar a Dios, sino simplemente confía en la justicia que se halla en Jesucristo para tu salvación. ¡La biblia dice que angosta es la senda que lleva a la vida! Contáctanos para discutir este recorrido.
Hebreos 9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
1 Juan 4:14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.
Isaías 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
2 Corintios 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Marc 1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.